Ansiedad excesiva, agorafobia, depresión, miedos, insomnio, fobias, postparto, ataques de pánico, preocupaciones incesantes, obsesiones, baja autoestima, soledad, timidez, agresividad, cambios bruscos en el estado de ánimo, trastornos psicofisiológicos, alteraciones del sueño, estrés, problemas de comunicación, solución de conflictos, trastornos de alimentación, toma de decisiones, problemas de pareja...